1 poema sobre Notre-Dame

ardió1.

algunas personas afortunadas lo presenciaron.
ellas no lo supieron entonces pero al oler el incendio
al sentir el olor a quemado que tal vez incluso consideraron -ignorantes- desagradable
estaban respirando Notre-d’âme

otros tuvieron que conformarse con colgar una foto antigua que habían escaneado a las prisas
y algunos sólo pudimos acudir a falsos recuerdos esculpidos por la mano del tiempo

pero volvamos al lugar y al momento de los hechos a

esas personas que no saben que algunas partículas de notre_dame se han in-corporado a su sistema respiratorio, es decir que ahora forman parte de sus cuerpos (no sabemos cuánto tarda el organismo humano en expulsar de sí una catedral gótica pero valdría la pena hacer un estudio al respecto con todas las garantías)

hay quien piensa, viendo La Cosa arder

–y muy pocos (apenas una perodista insomne y parresiasta y ahora también despedida) se atreven a hacer notar la belleza impasible del incendio– hay quien piensa, digo

1) en aquel poema de brecht en el que se reflexiona sobre quién construye Las Cosas, si quien organiza las piedras de un modo concreto que nos alberga, nos fascina y por lo visto también nos entristece o si quienes al final colocan las piedras así y se cansan

2) en el capítulo de 1000 mesetas en el que se habla del carácter no-sistematizable del laminado de piedras, de «seguir la piedra» etc.

más evidentes, otros se acuerdan del jorobado de Nostredamm y rezan.

me acuerdo a menudo de un chaval de mi instituto: jesús. dejó de estudiar a los dieciséis para trabajar como peón de obra por 2500 euros al mes y siempre he querido saber qué pensaría si viera a 4 o 5 idiotas con un máster haciéndose la zancadilla por una beca fpu de 1000 euros al mes. por desgracia no lo vamos a saber: jesús murió al estrellarse mientras conducía borracho por montecarmelo.

pero sobre todo hay quienes dedican grandes esfuerzos para explicarnos por qué debemos sentirnos desolados porque N0TR3D4M3 haya ardido.</span

(si yo pudiera viajar en el tiempo sin duda visitaría el momento exacto en el que por primera vez alguien consideró aceptable que otro alguien le informase de cómo debía sentirse (pero cerremos ya este paréntesis innecesario)) lo que
quería decir
es que si escuchamos a esos arquitectos del sentido
a esos orfebres del dolor
el mundo entero acabará cubierto de monumentos
de catedrales mezquitas palacios
o peor: de estatuas ecuestres.

Uno escribió:

el santuario de ise, el lugar sagrado más importante del japón sintoísta, que cada año congrega a millones de japoneses, tiene 1300 años de antigüedad. pero en realidad, este complejo de templos se reconstruye completamente cada 20 años. tras controvertidos debates, la UN3SC0 eliminó el templo de shinto de la lista del patrimonio cultural de la humanidad. según los expertos de la UN3SC0, el santuario de ise no tiene más de 20 años de antigüedad.

el verdadero problema: si nuestre-dome no se hubiera quemado un poco, si no se hubiera evaporado ligeramente en un holocausto de cenizas respirables, si no se hubiera ejecutado una vez más ese paso de la eterna danza del ciclo de vida de Las Cosas, la humanidad entera estaría condenada a morir aplastada bajo el peso del último monumento, algún día el útlimo peón miraría hacia abajo y vería la tierra del todo llena de piedras ordenadas, un planeta 100×100 organizado, pura arqueología de lo que somos, momento ilegible que dejaríamos para los extraterrestres que lleguen aquí dentro de 3 o 4 x 106 años.

pero el caos trabaja en silencio incansable el orden dado de lo real.

bien pensado quizá sí deberíamos sentirnos desolados por el incendio de Notre-Dame®


1. Ardió algo más. La tercera mezquita más importante del mundo. Pero parece que ardió a pie de página y por lo tanto no merece aparecer en este poema.